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27 de enero de 2024
El Trueno Femenino juega contra el Real Madrid B en Carabanchel
Desde su regreso al Trueno, Jimena ha marcado un gol por partido en los 15 partidos que lleva la liga. Van segundas, detrás del Real Madrid B, y esta tarde se miden con las punteras.
Es aquí donde este sueño doble (triple, si tenemos en cuenta el campeonato del mundo con la Roja) también parece hacerse realidad. Y la ilusión se hace tan grande y tan dulce, que comienza a emborracharlas a todas.
Es el partido 16 de 30, justo a mitad de la Liga. Jimena ya es noticia en la prensa internacional por haber pasado del campeonato del mundo a la segunda división en España, y porque no han perdido un solo encuentro.
Las plateas del Trueno están repletas. Unas trescientas aficionadas que no han conseguido entradas se disponen a ver el encuentro en una pantalla que el club lleva instalando los últimos 4 partidos que han jugado como local en el parking de la ciudad deportiva, a un lado del estadio.
Del Real Madrid B han venido solo familiares y amigos de las jugadoras. Su afición está templada, y todo indica que así se va a quedar. La mayoría de las butacas disponibles para ellas están vacías.
Comienza el partido.
Algunas aficionadas del Trueno que se han quedado fuera espían el estadio desde el parking. Al ver que hay sitio, con los equipos ya en el campo de juego se cuelan en las gradas vacías del visitante.
No incomodan a la afición del Real Madrid, pero están tan felices de haber entrado al estadio, de poder ver finalmente delante de sus ojos a Jimena jugando con el Trueno, que empiezan a celebrar como si ya hubieran ganado.
El Presidente del club ríe de la picardía junto a las escaleras. Se hace una selfie con las gradas visitantes como fondo. Cuando ve que lo veo, se sienta en el palco. Del Real Madrid B no ha venido un solo dirigente.
Jimena y el resto del equipo juegan con la inercia de los 15 partidos anteriores ganados, con el estadio al completo vestido de rojo y blanco, y la afición celebrando desde el minuto cero.
No lo tienen fácil. Las jugadoras del Real Madrid B no son punteras por casualidad. Están bien preparadas técnica y físicamente. No arriesgan, pero controlan el balón durante toda la primera mitad.
Segundo tiempo.
El Madrid guarda resto físico, al Trueno le cuesta llegar al área rival. Jimena tiene que jugar retrasada para ayudar en el medio campo. Por primera vez en la liga, comienza a moverse por el campo caminando.
Minuto ochenta.
El Real Madrid sigue controlando el campo de juego como si el partido recién hubiera comenzado. No van a regalar la punta. La afición del Trueno también lo sabe: miran el desenlace en silencio.
La Entrenadora del Trueno se acerca al técnico del Madrid y le dice algo. Algo de lo que luego no quiere hacer declaraciones porque “forma parte del fútbol”. Todos los que hemos estado allí sabemos que fue una provocación.
Minuto ochenta y cinco.
El técnico del Madrid pide a su equipo que se adelanten. O bien siente que le están perdonando la vida al Trueno, o la provocación de la Entrenadora ha funcionado. Han sido precavidos, pero ahora van a por todas.
Ese es el impulso que Jimena necesitaba para conectarse. ¿O también estaba esperando a que el partido se acercara al final para cambiar la energía? Quizás estaba esperando que el Madrid saliera a buscar los tres puntos.
Jimena vuelve a correr. Pide a sus compañeras que corran también. Alza los brazos, pide a la afición que acompañe. Las aficionadas vuelven a cantar, casi como al inicio. La Entrenadora la observa, se cruza de brazos.
Ahora el Madrid está adelantado y el Trueno marca queriendo recuperar. Es un cambio emocional, pero usando la cabeza. Como dejar de defenderse y salir a atacar en medio de una estampida que se viene en contra.
El balón pasa por la número 8 rival, que controla, pero el Trueno achica los espacios libres en el medio campo. Jimena traba y gana el balón, y sin siquiera mirar, gira y dispara un globo a la portería con la portera adelantada.
La afición del Trueno estalla. Nadie antes ha visto un gol tan bonito. Tan de lejos. Comienzan a corear el nombre de Jimena. A las jugadoras del Madrid no les ha sentado nada bien, el técnico se guarda en el banquillo.
Después del pitido final, el Presidente del Trueno baja al campo de juego corriendo. Abraza a la Entrenadora. Abraza a Jimena y a todas las jugadoras, que se acercan a la platea visitante para aplaudir a la afición.
Está en el aire. Aunque nadie quiere decirlo, todas lo piensan: van a salir campeonas. Van a ascender. El único equipo que les hace sombra es el Real Madrid B, y acaban de vencerlos. Acaban de dejarlas detrás en la liga.
Aunque este sueño grande y dulce parezca eterno, al menos una de las protagonistas despertará. El contrato de Jimena con el Trueno vence en mayo, y yo soy la única en recordar que ese mes se acerca con cada día que pasa. Y que en este deporte todo puede cambiar de un momento al otro.
Pero a quién le gusta que la despierten de un sueño dulce, a quién le gusta que le avisen que puede acabar. Mis preguntas incomodan. El Presidente del club ni siquiera me recibe, la Entrenadora me pospone, Jimena me elude.
Soy periodista: estoy acostumbrada a parecer pesimista, a preocuparme por cosas que no parecen importantes. Y en este caso, en el fútbol y en el Trueno, también soy una intrusa a la que nadie respeta. Lo sé, por eso no me importa que nadie me haga caso, pero necesito seguir haciendo mi trabajo.
13 de Marzo de 2024, Ciudad deportiva de Carabanchel
El Trueno empata a 1 con Real Sociedad B
Real Madrid gana 2 a 1 al Zaragoza
Acaba de jugarse la fecha 26 de 30. Estamos a solo 4 encuentros del final del torneo y el Real Madrid B ha quedado a un solo punto del Trueno. Jimena ha dicho en rueda de prensa que tienen la responsabilidad de ganar, por el club y por las aficionadas.
Yo, que nada tengo que ver, estoy nerviosa por este tropiezo. Espero en el parking de la ciudad deportiva. Jimena intenta escaparse, pero esta vez la sigo hasta acorralarla contra un coche rojo. Ya no puede librarse.
Apoya su bolso sobre el techo del coche y se gira hacia mí. Sonrío y le acerco la grabadora: “Jimena, el Madrid se acerca al Trueno y aún os quedan partidos importantes por delante. ¿Tus planes siguen igual?”
“Mis planes son siempre ganar”, responde Jimena.
No me gusta que me eludan, y quiero hacerle ver lo que nadie parece ver. “Si no consigues el ascenso con el Trueno, ¿vas a retirarte igualmente del fútbol? Tu contrato vence en mayo”.
Me mira como si quisiera matarme, pero conserva la calma. “Aún vamos punteras. Ya veremos cómo seguimos a su debido tiempo”, responde abriendo la puerta. Sube al coche, da por terminado el intercambio.
Pilu también está a punto de subir a un coche aparcado frente al de Jimena. No la conozco demasiado, pero de las jugadoras, es la más apegada a la estrella. (Ahora que transcribo esto, sé que es Jimena la apegada a Pilu).
“Pilu, ¿te gustaría que Jimena se retire o que se quede un año más?”. Lo sé, la pregunta no es la más acertada.
"Después de tantos años de problemas y sacrificios, con el Trueno por fin estamos en un buen momento. Prefiero centrarme en eso. Seguir así solo depende de nosotras”.
Abre la puerta y se sienta en el coche. Sigue: “lo único que quiero de Jimena es que siga jugando como viene jugando. Luego que haga lo que quiera”, dice Pilu, mirando a Jimena a través del parabrisas.
Jimena la mira sosteniendo la sonrisa. Ambas salen con sus coches y yo me pregunto qué coño estoy haciendo en el parking de un club de fútbol de segunda división persiguiendo futbolistas.
Supuse que después de esto, por abril, harían una reunión para hablar de la posible renovación. La reunión nunca tuvo lugar.
Quizás fue el subidón de la racha lo que les ha impedido una reflexión. O la ceguera del tesón en la alta competencia. Cuando vieron que el sueño estaba en peligro, lo negaron. Cuando se les escapó, ya era tarde para un plan B.
Desde entonces, no he vuelto a preguntar por el tema. Hasta el final del último partido, cuando el Presidente que me negaba entrevistas, me pidió un momento a solas en su oficina para hablar sobre mi papel en la rueda de prensa que viene.
Almendra Bernal